�Para entrar de lleno en la poes�a�

13/04/2011

��Qu� acertado reflejo de lo cotidiano nos brinda Karmelo C. Iribarren en este maravilloso poemario! Afortunadamente no encontramos en su p�ginas, como en las de tantos libros infantiles, la recurrente utilizaci�n del diminutivo como recurso estil�stico, desde la creencia de que empeque�ecer la realidad la hace m�s asequible a los j�venes lectores. Antes al contrario, a quienes se aproximan tal vez por vez primera a la poes�a no se le escatiman recursos literarios, se les brinda la oportunidad de entrar de lleno en un texto cuyo acierto po�tico consiste en mirar lo cotidiano como si todo lo que nos rodea fuera excelso, focalizar la atenci�n del lector sobre elementos que la mayor�a de nosotros no imaginar�amos que poseyeran belleza para ser �poetizados�: las bolsas de pl�stico, las farolas, el humo, las bicis... escenarios urbanos que Iribarren humaniza con un lenguaje po�tico de bella sencillez; poemas m�nimos de expresi�n pero m�ximos de contenido. Met�foras que contemplamos desde la ternura y un cierto aire melanc�lico. Se nos hace real la presencia de la ciudad; a trav�s de las estatuas apreciamos el paso del tiempo, la farola nos habla de su vida arrastrada, un gato se lleva la noche con �l... La vida condensada en gotas de poema en los que �el mar sangra espuma�. Y junto a esta propuesta l�rica de extraordinaria belleza, las ilustraciones de Cristina M�ller nos narra su propia historia, historia dotada de movimiento constante, de misteriosos significados que nos llevan nuevamente al poema para transitarlo y vivirlo con toda la plenitud que nos ofrecen sus bellas im�genes.�

Mar�a Isabel Zapata (Publicado en Educaci�n y Biblioteca n� 182, p. 9)

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